Todos los individuos, independientemente de su estatus o fama, deben cumplir con las obligaciones estipuladas en los contratos que firman. En el caso específico de Paolo Guerrero, la ley peruana y los términos de su contrato con la UCV establecen que debe acatar las reglas y cláusulas acordadas. De lo contrario, podría enfrentar las consecuencias legales, incluyendo una posible compensación por incumplimiento contractual. Se espera que esta situación se resuelva rápidamente, especialmente dado el cierre del libro de pases el 26 de febrero, lo que impediría que juegue para otro club peruano.
La situación legal de Paolo Guerrero en relación a su contrato con el club Universidad Cesar Vallejo – Trujillo está en el centro de atención. Según lo establecido en el código civil peruano y las cláusulas del contrato firmado, Guerrero está obligado a cumplir con los términos del acuerdo o enfrentar las consecuencias legales, que podrían incluir una posible indemnización por incumplimiento contractual. Sin embargo, las conversaciones entre el jugador y el club han sido interrumpidas, y la decisión sobre su futuro en el equipo está pendiente.
El abogado de Guerrero, Julio García, ha explicado que el jugador no se presentará, y que la continuación de su carrera depende en gran medida de la decisión del club Vallejo. Por su parte, el presidente del club, Richard Acuña, ha negado las amenazas de seguridad a los jugadores y espera la presencia de Guerrero en Trujillo.
En medio de esta incertidumbre, el tiempo apremia, ya que el libro de pases se cerrará pronto. Guerrero tiene una ventana limitada para tomar una decisión, con la opción de jugar solo en Perú o Brasil. Sin embargo, su retiro no es una opción viable dada la proximidad del cierre de las inscripciones de jugadores en los equipos.