Entre el 4 y el 11 de enero, el excongresista nacionalista Jorge Rimarachín tuvo cuatro encuentros con Josué Gutiérrez Cóndor, quien fue su colega de bancada en el Parlamento durante el primer año del gobierno de Ollanta Humala (2011-2016). A pesar de que Rimarachín se distanció del humalismo y se convirtió en crítico, Gutiérrez Cóndor permaneció leal hasta el final del mandato presidencial.

El 11 de enero, durante la última visita de Rimarachín como persona externa, Gutiérrez Cóndor lo designó como asesor II de la Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo, bajo el régimen CAS. La resolución correspondiente fue publicada en el portal de la Defensoría del Pueblo unos días después.

de acuerdo a un medio nacional han sugerido que Rimarachín podría suceder a Rolando Luque en la mencionada adjuntía. Luque dejó su cargo el 31 de enero, y se le atribuye la elaboración de un informe sobre las protestas sociales ocurridas entre diciembre de 2022 y marzo del año pasado, enfrentamientos que resultaron en 49 muertes.

Gutiérrez Cóndor, al nombrar a Rimarachín como asesor, aparentemente tiene la intención de asignarle la responsabilidad de la oficina que dejó Luque. Sin embargo, la decisión de Gutiérrez Cóndor de designar a dedo a sus adjuntos ha generado críticas, ya que se espera que estas posiciones sean ocupadas mediante concursos públicos, según la ley orgánica de la Defensoría del Pueblo.

Walter Albán, ex defensor del Pueblo, ha expresado su preocupación por la falta de convocatorias públicas y ha señalado que la trayectoria de Rimarachín como una figura conflictiva no abona a la importancia de la Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad.

Fuente: El Comercio